Por Eleonor Concha
Antología
Horacio Eloy
Ventana Abierta Editores
Santiago, 2024
La Antología de Eloy contiene cuatro libros del poeta: Paisajes de Milagros (1992), El cielo a pedazos (1995), Rituálica de despedida (2001) y Plazas Parques Puentes (2008), falta en esta Antología poemas de los libros: Tres poetas (1985), Última función (2012) y Desclasificados (2023).
En este libro, el autor recorre su experiencia poética desde su hit, Cine Minerva, hasta otros poemas menos conocidos que podemos descubrir gracias a esta revisión circunstanciada de su obra, cuyos poemas aparecen unidos por el amor a Santiago.
Este nuevo/viejo libro, nos permite leer sobre otros cines, plazas, hoteles, pero más aún, descubrir otros poemas menos conocidos que vale la pena ser relevados por su sonoridad y belleza. Apuntes de una primavera (p. 52) es un ejemplo de ello. Siendo lectora de Eloy y habiendo escuchado bastante de su obra, fue interesante poder leer en la soledad necesaria este poema, pues toca en tres versos aparentemente inconexos, tres formas de arte: la pintura, dónde la pared es el lienzo de muchas generaciones, la música con el blues oscuro y sensual del norte de nuestro continente y la escritura, con la linotipia y su errata. Así, el hablante va de una a otra sin esfuerzo, recoge el grafiti como una de las formas que ha tenido nuestro pueblo silenciado para expresarse, aún a expensas del horror blanquecino de los habitantes de la urbe. El grafiti que grita en los muros de la ciudad que: "... cantan letanías / de pueblos remotos / dónde aún detonan / las primaveras."
Lo visual del grafiti troca en música en la segunda parte del poema, donde otros perseguidos y acosados desde la morenidad estadounidense, expresan su dolor a través del blues, aquel vaso alzado "cadencioso / tras las cadenas."
Remata el poema con una alusión a la muerte, la errata definitiva, tema favorito de la poesía
Como este poema, poco leído por el poeta en las múltiples presentaciones de las que hemos sido testigos, hay otros que esperan por una lectura atenta, no solo desde las geografías que invita a recorrer a través de su obra, llena de alusiones a espacios del Santiago perdido, sino que a reconocer las rebeldías que aún nos constituyen como sociedad.
Las personas de mi generación, que crecimos en Dictadura, no podemos olvidar que somos apenas bisagra entre quienes lucharon en ella y quienes ahora alzan sus voces jóvenes y atentas ante este fin de mundo al que nos enfrentamos, quizás lo más importante que podemos hacer es conectar dichas voces, y hacer comprensible para ellas y ellos las alusiones a los vestigios de otras épocas en que nos hemos constituido, siendo apenas linotipia ensayando la errata final, a la que alude el hablante lirico, la copia de la copia de la copia, que repite, ensaya y corrige.
Conectar así en las mentes de las y los nuevos poetas, que el cine Minerva no es solo un espacio perdido en la constante revocación de la ciudad de la que somos testigos, sino que el escenario del amor y del desconsuelo, puesto que el poema contiene además los largos años de saber que en aquel Patio 29 del verso final, estaban nuestros muertos, nuestras personas amadas, enterradas sin nombre ni lápida, negadas por todos y en cuyas tumbas, los claveles rojos eran el único consuelo de aquellas que tuvieron que huir para no perecer también bajo la bota asesina.
Cine Minerva es un poema enorme para nuestras generaciones, casi ajeno para las nuevas que nunca sintieron lo que nosotras ante la represión y la muerte, y que recién vislumbraron el horror, con los cientos de ojos arrancados en el estallido social.
Por ello relevar un poema como Apuntes de una primavera, es la posibilidad de generar un puente para que las y los jóvenes se acerquen a la poesía de Eloy y puedan con el tiempo leer Cine Minerva con algo de la emoción que las viejas generaciones pueden sentir al escucharlo.
De esa primavera de Eloy al cine Minerva, no hay un mundo de distancia, solo dos de los múltiples opuestos en que se constituye la vida y que el poeta ha recorrido con la atención de un caminante inquieto y observador.
Eleonor Concha Venegas (Santiago de Chile, 1972) abogada de la Universidad de Chile, Magister en Literatura Chilena e Hispanoamericana en la Universidad de Playa Ancha (2022). En el año 2016 publicó su primer libro de poemas con RIL Editores cuyo nombre es Par de Dos, el año 2018 publicó con Mago Editores su segundo poemario llamado Viceversa, y en el mismo año recibió el primer premio del concurso nacional de poesía Oscar Castro, con el poemario El dolor de los huérfanos. El año 2021, se lanza una nueva edición del mismo libro, esta vez por Mago Editores, parte de la colección poeta Raúl Zurita y a la vez, en la misma casa editorial, publicó el libro Nosotros, los suicidas, en la colección Escritores Chilenos y Latinoamericanos.
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