Por Eleonor Concha Venegas
Proponer una lectura respecto de este texto no deja de ser difícil, hay en estos poemas una escritura de más de 20 años. No son poemas nuevos, sino que poemas guardados, cosidos dentro de un faldón, en el pliegue de la enagua de un poeta que es también figura y canto. Decir que es una primera muestra de poesía tampoco es cierto. Incluso la tesis de Magister de Jaime Lepé es una muestra de poesía, creámoslo o no, dentro del canon o no, escrito o no, la poesía sucede y va permeando los textos que uno escribe a diario en este devenir poeta.
Así vas recogiendo palabras, hechos, historias, una vida sobre tacones, la performance, el deseo de ser otra, la música con que construyes la melodía de fondo de la vida y así, en estos poemas, en dónde femenino y masculino son lo mismo, alternados e iguales, se puede vislumbrar las vidas de muchas, la disidencia perturbadora sobre tacones.
La observación del hablante lírico, la mirada oblicua y desprejuiciada, construyen un mundo lírico que despeina, y en esa maraña de sensaciones que va dejando la obra, la estupefacción por la palabra soez, por el chiste de doble y triple sentido, van horadando esa neblina que cruza la morada travesti. El humor, por tanto, se vuelve pieza fundamental para acceder al onírico relato de la presa número 9, un estallido de adjetivos que provocan tanto risa como espanto, y nos recuerdan sucesos que han marcado al mundo aséptico a la disidencia. Asesinatos, suicidios, huidas, espacios donde se devela la locura, el manierismo, la exploración de la sexualidad negada. Si no fuera por el propio "soplo" del autor, palabra que tomo prestada del mundo delincuencial al que también alude el hablante lírico, no se podría saber qué asesinatos tuvo en mente cuando encerró en un poema a la travesti, asesina y amante. Así puedo contarles, que esos muertos en la "hora feliz" son el conscripto Soto Tapia, el fatídico Arancibia Clavel, miembro de la siniestra DINA y Willy Oddó, de Quilapayún.
Sean o no muertos como víctima de violación, como se dice de Soto, por el devenir travesti de sus amantes, como se rumorea de Oddó, o como karma del asesino de Schneider, el agente de la DINA, Arancibia Clavel, la pátina de rumores, de cosas ocultas o sugeridas por el momento de sus muertes, inspiraron este particular texto y son estás muertes y no otras, pues están rodeadas de sorpresa, estupefacción, de mentiras, engaño, de ocultamiento, de líneas de investigación eliminadas por machismo o miedo, son muertes que no son retratadas en el poemario, pero que subyacen por el horror inmerso en ellas.
La muerte por sorpresa, también podríamos incluirla como causa de muerte en el mundo lírico sugerido, muerte con rostro de mujer y cuerpo de Adonis, pero definitiva de igual manera.
La curiosidad mató al gato, dicen por ahí los versos, o lo sugieren porque como sea, la palabra se encuentra tras vestida, enmascarada, dándonos una fugaz mirada hacia un mundo que de otra manera nos estaría vedado, la otredad de la disidencia más discriminada, sin más romanticismo que la música de fondo que se cuela por los versos de este poemario extraño, lúdico y tremendo, y que contiene una puesta en escena, la mise en scène del espectáculo de la decadencia.
Jaime Lepé (Santiago de Chile 1958). Cantante, performer, poeta. Licenciado en Literatura y Magíster en Estudios de Género por la UCh. Se inicia como cantante en la ópera integrando el coro de niños del T. Municipal de Santiago. A los 20 años da sus primeros pasos como solista en el Tango. Realiza estudios de canto en diversas instituciones privadas y estatales, desde 1979 al 96, alternativamente entre Santiago y Buenos Aires, donde encuentra a su maestra de cuerda sopranista, Dalila Real, con quien emprende en 1989 su actividad teatral en Mediomundo Varieté (Bs. As.) junto a artistas del entonces under porteño. Después de 12 años, regresa a Chile, a una serie de homenajes a Enrique Santos Discépolo, organizados por la Embajada Argentina y la Municipalidad de Santiago, donde retomará un anhelo postergado desde la adolescencia, estudiar Literatura y continuará con la investigación arqueológica musical, con un corpus del cancionero iberoamericano entre los años 20´s y 50´s, interpretando de la copla española al vals peruano, del tango, al bolero y el pasillo.
Eleonor Concha Venegas (Santiago de Chile, 1972). Abogada de la Universidad de Chile, Magister en literatura chilena e hispanoamericana en la Universidad de Playa Ancha (2022). En el año 2016 publicó su primer libro de poemas con RIL Editores cuyo nombre es Par de Dos, el año 2018 publicó con Mago Editores su segundo poemario llamado Viceversa, y en el mismo año recibió el primer premio del concurso nacional de poesía Oscar Castro, con el poemario El dolor de los huérfanos. El año 2021, se lanza una nueva edición del mismo libro, esta vez por Mago Editores, parte de la colección poeta Raúl Zurita y a la vez, en la misma casa editorial, publicó el libro Nosotros, los suicidas, en la colección Escritores Chilenos y Latinoamericanos.
Comments