DIBUJA UN MAPA
Dibuja un mapa,
un mapa
carente de fronteras,
un mapa
sin paralelos,
sin meridianos,
traza sus coordenadas
con la belleza de la imperfección,
un mapa sin puntos cardinales,
solo estrellas y constelaciones,
solo la Cruz del Sur,
Dibuja un mapa
con valles sembrados
de manzanas y cannabis,
un mapa sin represas,
con floridos desiertos,
y bosques y ríos en medio
de ciudades esplendidas.
Dibuja un mapa
en tu mente,
desaparece en sus venas
hazte humo en sus noches
Dibuja un mapa
con siete hemisferios
y siete polos,
y Amereida destellando.
Dibuja un mapa
con un Chile más gordito
con líneas férreas que lleguen a Katmandú,
a Praga, a Marruecos, a Transilvania, a Frisco,
cambia el Mapocho por el Ganges,
Calama por El Cuzco,
isla Dawson por Rapa Nui
y Santiago por Jerusalén.
o La Atlántida o San Petersburgo
otrora Leningrado.
PILA CEMENTERIO
Al cruzar el camposanto
extremaba su cautela
ese transitar de cuervo agazapado.
No llevaba música estridente
guitarreros y cantores no pintaban,
solo gnomos y lumperío oscuro
trepaba el desenfrenado recorrido.
En la Alameda anochecida
camuflada de blanca paloma
atropellaba niños,
ancianos,
lisiados
y jóvenes amantes.
La Pila Cementerio
apenas se esfumaba el día
vomitaba una retórica
de cruces y flores marchitas.
Fuego puro
al centro de la calle,
una necrópolis
con ruedas
dando vueltas
en la pálida
ciudad.
CARTAGENA COUVE
Adolfo Couve
el escritor realista
surge en la pantalla,
su rostro juvenil barbado,
seriamente señala:
“el hombre en la vida
aprende a hacer dos o tres
cosas bien “.
Adolfo Couve, el pintor escritor
se retira en silencio,
lo sigue Camondo,
también Alamiro
con un caballete
sobre sus hombros.
La imagen se desvanece
en el humo de
“Los desórdenes de Junio“.
Destellante
sobre la bruma
de Cartagena
vuelve a reaparecer
Adolfo Couve,
sonriendo
sobre la resaca
del oleaje,
el balneario
se oscurece
cuando la cuerda
deja de girar,
un estrépito
de oleo
cubre
la playa chica,
Adolfo Couve
reaparece
descolgado
del crepúsculo
junto a Marietta,
le señala al periodista:
“Si la poesía sería
el género superior.
Porque la poesía
se estrella contra la fama,
contra el dinero,
contra el éxito,
contra todo eso
se estrella “.
TRÁNSITOS
Fue beatnik
a la manera criolla
colérico le decían,
pera, bigotes
tambores y mantras
entre Valparaíso y Santiago,
motocicleta y casaca
de cuero negra.
Fue colérico
casi beatnik,
entre la cordillera y el mar,
bufanda negra, azul y roja
en cuadros enormes
descolgada hasta los tobillos Foto: Ximena Ossandón
y todo el rocanrol y el jazz
soplando desde el pentagrama.
Fue hippie criollo
frecuentaba el Shuda Dharma Mandalan,
se fumó todo el cáñamo
del valle de Aconcagua,
escuchó a Víctor Jara con Los Blops,
desde El Forestal se sumergía
todas las noches
en La Casa de la Luna
en Villavicencio, la casa del poeta
Ludwig Zeller.
Fue metalero,
indigenista,
artista visual,
curador,
ambientalista.
tal como dijo el gran sabio
de la tribu,
una mezcla
de ángel y bestia.
CENSO
Es necesario conocer
cuantas son las palabras
todas las palabras, todas
así los libros
no discriminarán a ninguna
cuando asalten la realidad.
Es muy necesario
saber el ancho exacto
de las carcajadas,
la amplitud
de los abrazos,
el gramaje
de los besos.
Es necesario
consignar con precisión
la extensión de los recuerdos,
el color de la memoria,
la tibieza de las imágenes.
Es necesario
recuperar las ausencias
y así sabremos
con cierta certeza
cuantas semillas
sembrar en el huerto.
CINE PRAT
Naufragó en el caos
del histórico barrio Franklin,
se fue de espaldas
sobre el lumperío criollo,
cayó en estado de shock,
el sobreviviente a la purga
de la jauría Hoyts.
En San Diego 2117
cerca del Liceo Barros Borgoño
cavó su trinchera,
A este asrham iluminado
llegaban los cíclopes del barrio,
apatotados llegaban
con ese perfume de fritangas,
yuntas del cojo de turno,
del león de la Metro,
el olor de la noche
entraba por sus narices,
solo abandonaban las butacas
cuando las cenizas caían de sus ojos,
“Los largos días de odio “
“La marca de la horca “
quedaban adentro,
la ficción de aquellas calles
ponían todo en su lugar.
MUNDO MÁGICO
Un devastado mundo
colgando del sol
de aquel Santiago Poniente,
Mundo Mágico
se desintegró,
le cayó la lluvia ácida
del Mercado,
el osito Willy depresivo
se lanzó a las líneas del tren
que recorría
aquel Chile liliputiense.
tercermundista.
Mundo Mágico
quedó atrapado
en una dimensión
desconocida y fantasmal,
un lumpesco relato
sin editar,
una escritura
intoxicada
de erratas,
Mundo Mágico
no era Chile
pero tenía cierta
semejanza.
MIGRANTES
Cruzaron aquellos bosques
donde el sendero y la voz de los pájaros
entraron por sus ojos y narices,
y los árboles silenciosos
transformados en libros
narraron su transitar
por esos caminos
tutelados por los dioses,
extraviados en visiones
y paisajes soñados
para ser mapas
o ciudades olvidadas
en la neblina de tantos pasos
y esas coreografías en llamas
al centro de aquellos bosques
que algunas veces
fueron un hogar,
con banquetes y danzas interminables
donde el vino
y los cuerpos
rodaban por la amnésica
memoria de la tierra,
para volver al camino,
la ruta zigzagueante,
con las liras alzadas
indagando
los signos, las marcas
que señalaran
la eterna posibilidad
del retorno.
Horacio Eloy (Santiago, 1955). Poeta, cuentista, gestor cultural y profesor. Es autor de los siguientes libros: Tres poetas (1985), Paisajes de milagros (1990), El cielo a pedazos (1995), Rituálica de despedida (2001), Plazas parques puentes (2008), Ultima función (2012), Su obra ha sido reconocida por el Área de Literatura del Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes (1996) y por las Becas de Creación Literaria para escritores profesionales del Consejo Nacional del Libro y de la Lectura (1998, 2005). Colaborador diversos medios periodísticos y culturales como el suplemento Literatura y Libros del diario La Época, Pluma y Pincel, El Siglo, etc. Su última obra el libro de investigación y crónica: Revistas y publicaciones literarias en dictadura (1973-1990), recientemente reeditado.
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