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SOBRE AQUELLAS SOLDADURAS [VISIBLES] EN LOS CIRCUITOS INTEGRADOS

Actualizado: 7 may 2021

Por Sergio Rodríguez Saavedra


 


Circuitos integrados

David Bustos

Editorial Aparte. Santiago, 2020.


 

Fue Guy Debord quien en 1967 [año considerado por algunos como “generacional” en nuestro país y, tal vez, hablemos de esto] con La sociedad del espectáculo, quien va más allá de las imágenes, abordándolas como una relación social, es decir, la lectura de una sociedad dominante que transita, resumidamente, desde el ser al tener y desde aquel lugar se desliza al parecer, verbo que aún nos convoca. Circuitos integrados, la antología de Roberto Contreras sobre la obra de David Bustos, publicada por Editorial Aparte, parece tener como cabecera, precisamente, la óptica del filósofo y cineasta francés, pues, desde la experiencia subjetiva del hablante desmonta esta espectacularidad a través de textos donde transita la maqueta, la tramoya, el desecho oculto tras la función.

Y ¿qué tiene de particular la óptica de David Bustos? Tiene una cierta performatividad para generar los conceptos socialmente aceptados y, en cierta medida, vistos sin ver -ya sea por repetición y/o cansancio y aburrimiento del acto- donde Bustos extrae una parte que libere y a la vez, vuelva a redefinir el todo, y un ritmo que controla su intención, lo cual se agradece. Así un agujero en el durazno o las agujas que aparecen desde la boca del faquir son el tiempo y sus consecuencias la Citroneta abandonada en el vecindario que se observa sentado en la cuneta. Este foco, este travelling, nos hace observadores de una vieja película de última función donde se exhibe parte de nuestras vidas e, inconscientemente, creemos que el protagonista es otro, en este caso un “otros” de otros libros [veinte años de ejercicio, ocho libros de poemas: las matemáticas son exactas] que conforman voces silenciadas en esta sala de proyección donde el poema se arrincona bajo la palabra: exit.

Hay un eje que reafirma esta ficción, lo permeable que es el sujeto, la emocionalidad, la interioridad del sujeto [puedo buscar más de un ejemplo] ante la realidad, a su vez, vista culturalmente como la domesticación del televidente-espectador:

HORMIGAS

Las hormigas de mi patio parecen cansadas este verano

ya no trepan y destrepan las murallas como antes.

Sus movimientos se reducen a formas simples

a dibujos infantiles.

Durante las noches percibo su inseguridad

desconcertadas en la orilla de una rama

le temen al abismo, es como si la muerte

se les hubiera aparecido de repente

y les reclamara su dulzura.


Las hormigas de mi patio se ven deprimidas

gastadas

y nadie parece notarlo.


Entonces, esta película, esta composición recortada adquiere una mirada poética, va intuyendo historias, rehaciendo vidas, para hacer una nueva lectura que parece avisada, incluso desmontada y vuelta a montar, ahora con las marcas [a veces la resta de partes, suma: cuando vas al fondo de las matemáticas, esta se deforma]. Avisar y pulir, con lenguaje, estas soldaduras tan dispersas hacen de esta poética una lectura más que interesante, me atrevo a decir que hay una displicencia con la forma que, por equivalencia, produce verdad.

Sabemos que el autor posee obras donde la visualidad es predominante, como Jardines imaginarios, pero también existe una notable actitud reflexiva como Zen para peatones. Este arco de creación se va llenando de personajes y anécdotas que transitan experiencias, lecturas, acontecimientos que avanzan [quizás deba leerse: siempre se detiene] por las bambalinas de nuestra época.

De alguna lectura rescaté la frase “experiencias inesperadas”, pienso [creo] que finalmente lo que espero de un buen poema es esto: que medie entre mi propia experiencia y lo que pudo ser y que, al devolverme, nuevamente provoque lo mismo, como lo hacen estos textos de Circuitos integrados.

 

David Bustos (Santiago, 1972). Poeta, narrador y guionista. Fue tres veces becario del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Formó para del comité editorial de Ediciones del Temple, donde dirigió la colección Amarcord. Coeditó Horroroso Chile, ensayos sobre las tensiones políticas en la obra de Enrique Lihn (2013). Es autor de los libros de poesía; Nadie lee del otro lado (2001), Zen para peatones (2004), Peces de colores (2006) Premio Municipal de Literatura de Santiago, Ejercicios de enlace (2007), Jardines imaginarios (2010), Hebras viudas (2011), Dos cubos de azúcar (2014) y Arial 12 (2018). Publicó el disco de poesía sonora Todo empieza por casa (2014). Y el libro de cuentos Rec, (2018), premio Mejor Obra Literaria en el género cuento, 2019.


Sergio Rodríguez Saavedra (Santiago de Chile, 1963). Poeta, crítico literario. Ha publicado en poesía Suscrito en la niebla (1995), Ciudad poniente (2000 - 2002), Memorial del confín de la Tierra (2003), Tractatus y mariposa (2006), Militancia personal (2008), Centenario (2011), Ejercicios para encender el paso de los días (2014), Patria negra patria roja (2016) y Días como peces (2020) más las muestras antológicas Nombres propios (Madrid, 2017) y Antología de agua y hueso (Popayán, 2018). Su obra ha sido reconocida en diversos certámenes nacionales, entre otros el 1er lugar en el premio nacional Eduardo Anguita (en sus versiones 2008 y 2010), premio Letras de Chile (2014) y como ganador del XV Premio Stella Corvalán (2019).


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